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Desde hace 10 años los partidos están obligados a capacitar a militantes

Anayeli García Martínez y Sonia Gerth

Cimacnoticias

Ciudad de México.- A una década de que los partidos políticos fueran obligados a destinar un porcentaje de su financiamiento público para capacitar a mujeres –y con ello allanar el camino para que accedan a cargos de elección– la medida ha funcionado paulatinamente pero todavía falta transparentar el ejercicio de esos recursos.

Desde 2008 este recurso otorgado a todos los partidos políticos con registro nacional, ha alcanzado una cifra de 919 millones 011 mil 673 pesos, presupuesto que se considera prioritario pues es una medida afirmativa que permite la participación de más mujeres en la toma de decisiones y en las estructuras de poder.

Durante los primeros años de esta disposición, las agrupaciones políticas derrocharon este recurso utilizándolo para pagar servicios de fumigación, seguridad, lavandería, aguinaldos e impuestos, bolsas, mandiles, gabardinas, pulseras bordadas, pero tras el escándalo y la denuncia pública del hecho, las mujeres diseñaron candados para que se cumpla el objetivo para el cual fue creado.

El éxito paulatino se observa al revisar que en 2008 las mujeres representaban 22.6 de las diputaciones locales y federales, 18.8 de las senadurías y 4.6 por ciento de las alcaldesas. Actualmente ellas representan 42.6 por ciento de las diputaciones locales y federales, 38 por ciento de las senadurías y aunque a nivel local la presencia femenina todavía es escasa, ya encabezan 14 por ciento de las presidencias municipales.

Con este panorama, las dirigentes de las Secretarías de Igualdad de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) afirman que pese a todo, debe continuar la inversión para formar liderazgos femeninos, aún cuando hay voces que exigen reducir el financiamiento público que reciben los partidos.

Actualmente, estos montos se usan para pagar tareas logísticas, traslados aéreos y terrestres, hospedaje, alimentos y material de trabajo de las sesiones de capacitación de las mujeres, pero las líderes de las Secretarías consideran que debería invertirse en campañas políticas, es decir en etiquetar una partida para que puedan hacer proselitismo igual que sus pares varones.

OBLIGACIÓN LEGAL

El financiamiento para la capacitación política de mujeres surgió como respuesta a dos argumentos recurrentes que los varones usaban para explicar la magra presencia femenina en el espacio político: “no hay mujeres que quieran participar” o “no están capacitadas para ejercer un cargo de alta responsabilidad”.

Para derrumbar este mito e impulsar el desarrollo de las habilidades de las mexicanas para ser oradoras en los congresos partidistas, alzar la mano en las tribunas parlamentarias o firmar documentos como responsables de instituciones, entre 2007 y 2008 el movimiento feminista junto con senadoras y diputadas insistieron en la necesidad de financiar la capacitación de las militantes para que avanzaran en las estructuras dentro y fuera del partido. 

Fue así que consiguieron, en 2008, el entonces Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) dispusiera que los partidos políticos deberían destinar dos por ciento de su financiamiento para la capacitación y promoción política de las mujeres, porcentaje que tras la reforma constitucional en materia político-electoral de 2014 se incrementó a tres.

En 2008 los ocho partidos políticos con registro recibieron 49 millones 513 mil 242 pesos. Aunque la Unidad de Fiscalización del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), hoy Instituto Nacional Electoral (INE), revisó mediante pruebas selectivas que se reportaran los gastos de este rubro, sólo multó al PRD al encontrar que no ejerció el presupuesto etiquetado.

Dos años después, la consultora Natividad Cárdenas Morales, quien analizó el ejercicio de este presupuesto en 2008 y 2009, destapó el despilfarró millonario de los montos cuando al revisar los reportes de gastos encontró que estos recursos se utilizaron para cubrir viáticos, gratificaciones, propaganda y artículos promocionales pero no para fomentar los liderazgos femeninos.

La consultora destacó que si bien el artículo 78, párrafo V del Cofipe estableció la obligatoriedad de los partidos políticos para destinar un porcentaje a capacitación exclusiva de mujeres, en la práctica no existían especificaciones que permitieran determinar ni vigilar cómo se ejercerían esos recursos, lo que hizo que en 2011 las mujeres promovieran una reforma al Reglamento de Fiscalización del IFE para imponer candados legales.

DINERO Y POLÍTICA

Actualmente la disposición está legislada en el Artículo 51 de la Ley General de Partidos Políticos y de acuerdo con el Reglamento de Fiscalización del INE en los Artículos 186 al 189, los montos del tres por ciento se pueden utilizar para cubrir el gasto de cursos, talleres, seminarios, conferencias, diplomados; la edición y producción de impresos; y la realización de audiovisuales o investigaciones que ayuden a la capacitación de las mujeres.

Sin embargo, la maestra-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, María del Rosario Varela Zúñiga, quien realizó un estudio sobre el tres por ciento en 2015, considera que los partidos aun improvisan el ejercicio de estos montos porque no diseñan sus planes de trabajo; o algunos proyectan gastar más de lo presupuestado o ejercen menos recursos de los que reciben.

En una revisión de los planes de trabajo de 2015, Varela Zúñiga encontró que 7 de los 10 partidos nacionales (el Partido Humanista perdió su registro a nivel nacional en noviembre de 2015) privilegiaron gastar en talleres y cursos al destinarle más de 50 por ciento de su gasto; MC equilibró su presupuesto al repartirlo en actividades de capacitación, investigación y difusión, mientras que el Panal gastó más en difusión.

La investigadora también señaló que un tema a revisar son los altos costos de las investigaciones que realizan los partidos porque los gastos son tan diferenciados que un partido puede gastar desde 270 mil pesos en un estudio pero otro puede llegar a erogar hasta un millón 510 mil pesos en una tarea similar.

Para este 2018, año de elecciones federales y locales, los nueve partidos nacionales: PAN, PRD, Morena, Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Trabajo (PT), Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES) sumaron 128 millones 889 mil 997 pesos para capacitación de mujeres.

APRENDER A PARTICIPAR

La reforma en materia político-electoral de 2014 que incrementó del dos al tres por ciento los recursos para fomentar liderazgos femeninos también hizo obligatoria la paridad (50-50) en candidaturas a senadurías y diputaciones locales y federales, una combinación que pretende incrementar el número de mujeres en cargos de decisión.  

En opinión de Marcela Torres Peimbert, senadora y titular de la Comisión de Promoción Política de la Mujer en el PAN, el éxito de ambas medidas normativas se puede medir revisando el número de mujeres que ganan elecciones.

Respecto a los recursos para la capacitación, la senadora explicó que de los 22 millones 783 mil 264 pesos que el PAN recibió en 2017, 15 millones se gastaron en un curso intensivo para 100 mujeres líderes del partido que participaron en una convocatoria pública y en un curso de selección para ser aceptadas.

Las elegidas tomaron cursos en instituciones académicas como el ITAM, Flacso y el CIDE y aprendieron cómo participar en elecciones, tuvieron conocimientos de Derechos electoral, oratoria y lenguaje incluyente, entre otras temáticas. El resto del recurso se utilizó para campañas a favor de la participación política e impresos como su Protocolo para investigar la violencia política de género al interior del partido.

Torres Peimbert consideró que la supervisión del INE ha sido puntual para que el PAN no use estos recursos para financiar campañas o proselitismo político y que las capacitaciones sean reales, incluso, dice, ahora tienen una fundación para la investigación y recopilación de la historia de las militantes panistas.

La legisladora aseguró que la capacitación logrará un desequilibrio de la lógica que indica que los hombres son los únicos que pueden participar en los procesos de selección. “Hay muchas mujeres ahora, alzando la mano, que no tienen la lógica de estos grupos (masculinos) de poder”.

Uno de los retos que quedan, expone la senadora, es que los partidos estatales también apliquen el tres por ciento pues agregó que las Secretarías de Promoción Política en los municipios y en los estados no cuentan con recursos etiquetados, algo importante considerando que en el nivel local se ha estancado la participación femenina.

Sin embargo, un estudio de ONU Mujeres sobre la paridad en el país, indica que de las 32 entidades federativas: 18 exigen a los partidos cumplir con tres por ciento para capacitación de mujeres, seis entidades obligan a ejercer cinco por ciento y cuatro entidades indican un dos por ciento.

Únicamente Yucatán aplica una fórmula distinta al establecer que del siete por ciento que los partidos están destinados a aplicar en actividades específicas un 25 por ciento es para liderazgo de las mujeres. Los estados de Baja California, Durango  y Tlaxcala no han incluido en su legislación electoral un porcentaje para capacitación.

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