Opinión

UNAMUAZManuel Ibarra Santos

            La Universidad Autónoma de Zacatecas desde su fundación, en 1832, se ha constituido (en términos de Hegel), en una especie de espíritu que, como una expresión del aparato de Estado, con el uso adecuado de los componentes de la educación y la ciencia, ha fortalecido la vida de nuestro Estado. Su defensa es elevada responsabilidad social.

            En estos tiempos de encrucijada, de la Universidad pública es pertinente privilegiar, fortalecer y rescatar valores esenciales como el de libertad de cátedra, su autonomía, su capacidad de auto/gobierno, la fuerza de la racionalidad científica, la pluralidad de las ideas, la universalidad del conocimiento y su compromiso con la sociedad.

            Hoy, como nunca, la Universidad se ha colocado en el centro del debate y de la disputa por la Nación. El propio presidente López Obrador se ha encargado de encender la llama de la discusión pública, pero ha faltado definir las líneas del proyecto de educación superior que se requiere en esta etapa de cambio.

            Justo Sierra, al promover la fundación de la Universidad Nacional de México, en 1910, la concibió como el poderoso e indispensable instrumento para abrir un nuevo horizonte de libertades del México moderno y como un medio excepcional al servicio de la construcción del país.

            José Vasconcelos, “El Maestro de América”, al ser rector de la Máxima Casa de Estudios de la Nación, en 1920, fortaleció la misión de esa gran institución, para servir al pueblo de México y para vigorizar el espíritu nacionalista del desarrollo.

            En Zacatecas, se ha iniciado, también, una etapa de discusión de las reformas que necesita la Universidad, para mantener viabilidad de futuro y sacudirse modelos anacrónicos. ¿Hacia dónde debe enfilarse?

            Sin duda, hay que recuperar en la visión de la historia, los grandes valores que en la materia nos heredaron los arquitectos que, como Justo Sierra y José Vasconcelos, construyeron los cimientos y las columnas de la Universidad pública en México.

            Requerimos, hoy más que nunca (afirmaría José Vasconcelos) una universidad al servicio del pueblo y, no necesariamente, al servicio de grupos de académicos, apartados del sentir de la sociedad.

           

            LAS REFORMAS EN LA UNIVERSIDAD.

            En los últimos 50 años de historia, de 1968 a la fecha, la Universidad Autónoma de Zacatecas ha experimentado al menos tres grandes cambios y reformas estructurales. Y requerimos avanzar a la cuarta, en la actualidad.

            Los cambios y reformas que en esencia le han renovado el rostro a la Universidad, para adecuarla a las circunstancias históricas, son las siguientes:

            I).-La reforma autonomista y de co/gobierno; II).-La reforma de la movilidad social estudiantil y la lucha en contra de la mercantilización de la educación; y III).-La reforma de la masificación y la internacionalización académica.

            I).-Como respuesta a las nuevas demandas de las capas medias urbanas, de las élites intelectuales y políticas, a los requerimientos que implicaba la conformación de una sociedad moderna y las exigencias impuestas por un nuevo modelo de desarrollo económico, es que surge, en 1968, La Universidad Autónoma de Zacatecas.

            II).-La reforma de la movilidad social y en contra de la mercantilización educativa. A inicios de los años setentas, la Universidad fue escenario de extraordinarios movimientos estudiantiles, vinculados a las luchas de la sociedad zacatecana.

            Quedó demostrado, entonces, que la Universidad, para tener esencia y significado social, debería servir a los intereses del pueblo de Zacatecas. Simultáneamente a ello, se libró la lucha en contra de la mercantilización de la educación superior y con ello se abrieron nuevos horizontes de desarrollo en la entidad.

            III).-La reforma de la masificación y la internacionalización académica. A comienzos de las décadas de los ochenta y los noventa, la Universidad experimentó fenómenos importantes que cambiaron de fondo su misión y función.

            Se registró, así, una fuerte masificación de la matrícula en educación superior y comenzó una era de internacionalización de las tareas académicas, que trajo consigo cinco procesos, que son los siguientes:

            1).-Inicio y generalización de los programas de posgrado a nivel de especialidad, maestrías y doctorados; 2).-Uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación; 3).-Formalización e intercambio de convenios de cooperación académica con universidades de distintas regiones del mundo; 4).-El desarrollo de procesos académicos de calidad, sujetos a certificaciones de estándares nacionales internacionales; y 5).-Consolidación de una nueva comunidad académica y científica con acreditaciones en el país y en el mundo.

            LA RUTA DE LA REFORMA.

            En la actual administración rectoral de Rubén Ibarra se ha comenzado una nueva etapa de reforma de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Lo deseable será que esta institución adecúe sus tareas y misión, para servir a los intereses del pueblo y a su desarrollo pleno.

           

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