Opinión

Andres y DAvidManuel Ibarra Santos

           El gobernador David Monreal tiene clara la radiografía, sin duda, del problema estructural del pago de la nómina magisterial, que reclama, hoy, atención urgente e inmediata, pero también de soluciones de fondo a largo plazo, para evitar su reincidencia cíclica cada año.

          En ambas dimensiones se requiere el respaldo y rescate económico del gobierno de la República y para eso habrá que concitar la sensible respuesta del presidente López Obrador, a través de una adecuada gestión que ya inició con responsabilidad el mandatario zacatecano y sus aliados.

            El tratamiento inmediato al problema pudiera pasar por la eventual autorización de un apoyo económico extraordinario de la Federación para rescatar a Zacatecas de esta coyuntura. La otra salida está asociada al anticipo de participaciones a la entidad. Sin embargo, ninguna de esas alternativas (o alguna otra que se le parezca) resolvería de raíz este mal, generado por la ineficiencia/incompetencia y deshonestidad de las dos anteriores administraciones estatales, que cometieron errores descomunales (cuasi criminales) en el manejo de la nómina magisterial.

               Por otra parte, la salida definitiva al problema del pago de la nómina magisterial, en la perspectiva de largo plazo, está ligada indiscutiblemente a la transferencia gradual de más de siete mil plazas laborales de maestros estatales, al financiamiento federal que, en el 2014, en ocasión del nacimiento del FONE, no se hizo por omisión e irresponsabilidad de servidores públicos zacatecanos.

           La transferencia de esas plazas laborales al financiamiento del gobierno de la República, sólo se podrá hacer mediante un gran pacto de federalización que sea avalado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que se acompañe simultáneamente de la implementación de una agenda y una ruta crítica, con la participación dialogante de los representantes de las autoridades nacionales, estatales y las organizaciones sindicales, entre ellos, el SNTE.

               Entre más se tarde la integración y conformación de una agenda a favor de la federalización de la educación de Zacatecas, la solución de fondo al problema del pago de la nómina magisterial, seguirá posponiéndose.

            Este asunto de la nómina magisterial detonó en Zacatecas como un gran problema, hace unos cuantos años. Su historia es relativamente reciente. Quien diga lo contrario es ignorante o miente.

          A finales del año 2013, el pleno del Congreso de la Unión aprobó diversas reformas y disposiciones a la Ley de Coordinación Fiscal, con las cuales se creó el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE).

          El contenido de dichas reformas, con el aval del Poder Legislativo, otorgó un plazo razonable, que comprendió el año del 2014, para que los gobiernos de los Estados y la Federación, entrarán a un proceso de conciliación del número de puestos de trabajo, a fin de negociar con el gobierno de la República el financiamiento de plazas magisteriales estatales.

          Y algo absurdo e inexplicable sucedió: Zacatecas por omisión e irresponsabilidad nunca acudió a conciliar las bases de datos sobre plazas federalizadas y estatales.

            El Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), entró en vigor el día primero de enero del 2015, todavía con una prórroga de tres meses adicionales, para implementar la estructura bancaria de pagos y hacer los ajustes necesarios. Tampoco se aprovechó ese margen de maniobra.

            Un entrañable amigo que en ese entonces trabajaba muy cerca del Secretario de Educación Pública y que tenía responsabilidad de operar el FONE en el país, me habló telefónicamente y me dijo: “hice hasta lo imposible por ayudar a Zacatecas, pero sus representantes desecharon todo apoyo, además de que actuaron irresponsablemente”.

            Hoy, esos errores cobran factura al desarrollo de Zacatecas, pero lo peor es que dichos personajes siguen enquistados en la estructura burocrática, propiciado grandes daños a la educación y a la entidad.

            Quizá algunos con razón podrán argumentar ahora que lo importante es resolver de fondo el problema del pago de la nómina, sin voltear a ver el pasado. Lo que creo también es que hay que impedir que se vuelva a repetir el mismo error, sin que se haya consecuencias y castigos a los presuntos responsables.

            EL MONSTRUO BUROCRÁTICO:

            Según el artículo 31 del decreto del Presupuesto de Egresos de Zacatecas, para el ejercicio 2021, el gasto educativo contempló el financiamiento de 39 mil plazas de trabajadores de la educación, de ellas 7 mil estatales y 32 mil federales, con 4 mil 500 empleados de confianza. De ese gran total, el 70% correspondió a maestros de educación básica. Muchas dudas existen sobre el manejo transparente de la nómina, su crecimiento exponencial y en particular al relativo a la entrega de plazas homologadas, sin cuidar el debido proceso, de forma deshonesta y corrupta.

LA GESTIÓN DE DAVID:

Por lo pronto, el gobernador David Monreal inició con responsabilidad la gestión para resolver el problema del pago de la nómina magisterial.

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