Opinión

foto de InternetManuel Ibarra Santos

          La educación en Zacatecas se desplaza lastimosamente a través del laberinto pavimentado con las pesadas lozas de la improvisación, los retos no atendidos de la pandemia y por la ausencia de políticas eficaces, lo que ha conducido a la instauración de un anacrónico sistema escolar de tipo cuasi carcelario que mantiene cautivos (amarrados) en sus casas a miles de alumnos, docentes y padres de familia, moviéndose en la dinámica de los rezagos profundos en el uso de las tecnologías digitales. No existen rutas de salida ni ideas y la falta de innovación ha actualizado la obsolescencia. Eso afectará, finalmente, el desarrollo de nuestro Estado.

            Ante los desafíos educativos no atendidos, derivados de la emergencia sanitaria, hará que los tradicionales problemas del desarrollo de la entidad se ahondarán, se perpetuará el estancamiento y se dispararán los niveles de pobreza. A eso se puede agregar el reconocimiento de una radiografía en Zacatecas con atrasos, como lo revelan los indicadores oficiales de eficiencia escolar (fuente SEP:19-20), previos a la pandemia, en la mayoría de los niveles, por debajo de la media nacional. Eso reprueba al Estado en la materia.

            De entrada, para ilustrar esa realidad, podemos argumentar (por el momento) con dos datos relevantes: 1).-La eficiencia del sistema educativo zacatecano se coloca en el ranking número 21 en la República, por debajo de la media nacional; y 2).-El grado de escolaridad es de 9.2 grados cursados, mientras que en el país es de 9.6. Alguien ha pretendido afirmar que en ese indicador Zacatecas ya superó el promedio que existe en México, lo cual es falso, como bien lo revelan las estadísticas oficiales de la SEP, publicadas a finales del año 2019.

            Tenemos que entender que, con la pandemia – la que ha impuesto un contexto con escenarios de futuros alterados-, ha comenzado una nueva fase histórica de modelos pedagógicos de aprendizajes sociales, que reclaman de renovadas instituciones escolares.  Para crearlas se requiere de innovación y de líderes académicos (autoridades) con formación y perfiles, no improvisados en la maraña de los intereses políticos. Eso finalmente dañará a Zacatecas.

            Recientemente en un estudio sobre Pandemia y Educación, el investigador de la UNAM/UNESCO, Axel Didriksson afirma que la salida ante los problemas y desafíos escolares derivados de la pandemia, no se encuentra sólo en la simple implementación digital de procesos pedagógicos, ni tampoco en la operación tecnocrática y pragmática que sigue alentando únicamente las ganancias de los corporativos tecnológicos en el manejo de las redes digitales, de radio y televisión. Se requiere dar un paso sustentable más allá de eso. Urge alentar la innovación porque sin ella, la educación pública quedará estancada.

            En Zacatecas el ciclo escolar 2020-2021, inició con una serie de grandes limitaciones, entre las que podemos mencionar las siguientes: 1).-Ausencia de políticas públicas de apoyo extraordinario a profesores, alumnos y padres de familia para enfrentar los retos escolares; 2).-Inexistentes procesos de formación docentes y acreditación de habilidades online para atender la coyuntura; 3).-Profundos niveles de rezago en digitalización educativa, que nos ponen en desventaja en el ámbito nacional; 4).-Carencia de programas de estímulos compensatorios al desempeño laboral de los profesores; y 5).-Llegamos precedidos a este momento histórico por un sistema educativo con fuertes debilidades y bajos niveles de eficiencia escolar.

            Sin contar, claro está, con la caída estrepitosa de la eficiencia en los niveles de aprovechamiento en matemáticas y lenguaje y comunicación, en educación básica, como lo mostraron los resultados de PLANEA a finales del 2019, lo que nos colocó en los últimos lugares en el país. Y que decir, de la crisis administrativa y económica que padece el programa de escuelas tiempo completo.

            Destaca en todo este contexto de crisis, la entrega y profesionalismo de los maestros, los que trabajan con grandes carencias. Ellos brillan fuertemente, por su vocación.

           

            LOS REZAGOS EDUCATIVOS.

            A la loza que presiona en contra del desarrollo de Zacatecas se le suman los miles de zacatecanos que se encuentran en condición de rezago educativo. Es decir, de aquellas personas de 15 años o más que no han culminado sus estudios de primaria y secundaria y/o bien se encuentran en condición de analfabetas tradicionales.

            Según datos de la Dirección de Prospectiva y Evaluación del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), con estadísticas del 2019, Zacatecas ocupa el sexto lugar en rezago educativo en primaria, el noveno en secundaria y el 20 en analfabetismo. Se necesita hacer un gran esfuerzo adicional para vencer los atrasos escolares ancestrales que obstaculizan la prosperidad de Zacatecas.

            RACIONALIDAD EDUCATIVA.

            Al sistema educativo zacatecano habrá que dotarle de suficiente racionalidad académica y evitar la improvisación y su instrumentalización con fines político/partidarios, para superar las trampas que impone el actual laberinto de desafíos.

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