Opinión

trabajoprecario 0Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Cimacnoticias

El pasado 28 de marzo, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno Federal, doctor Hugo López-Gatell Ramírez, hizo un llamado enérgico a quedarse en casa, y hasta donde yo entiendo, lo que se intenta lograr es una mejor administración de la capacidad hospitalaria instalada para atender a quienes requieran cuidados de terapia intensiva y respiradores artificiales. Lo cierto es que se trata de una pandemia que inició en China en el mes de diciembre y que hasta ahora, finales de marzo, no hay políticas públicas para mitigar el efecto de la cuarentena, que sin duda alguna impactará tanto en la economía de las familias como en la vida de las mujeres.

Reyes Terán decía que si las personas no se quedan en casa, no se van a poder detener los niveles de contagio y el aumento desproporcionado de los casos críticos. Pero tendríamos que preguntarnos cómo se pueden quedar en casa las empleadas del hogar de entrada por salida, que cobran por día trabajado, o las mujeres que venden tamales en las mañanas, o quesadillas y tacos de guisado, que al bajar el número de personas en circulación, han visto mermada drásticamente su economía. O las mujeres vendedoras ambulantes, o en los mercados o tianguis. O las costureras y trabajadoras de salones de belleza que si todas nos quedamos en casa, no podrán cobrar sus sueldos y sus propinas.

También existen las mujeres trabajadoras por cuenta propia, algunas adultas mayores, a quienes ha afectado el cierre total o parcial de las dependencias públicas porque les deben servicios prestados.

O qué va a pasar con las trabajadoras que fueron enviadas a sus casas por cuatro meses sin sueldo como las de ALSEA o las que han sido despedidas de sus empleos porque sus patrones no quieren pagarles los sueldos si no se va a trabajar.

Todas y todos quisiéramos cumplir con el llamado a quedarse en casa, pero las ayudas para adultas y adultos mayores no resuelven la sobrevivencia, ni tampoco las becas para estudiantes y para personas con discapacidad.

El Servicio de Administración Tributaria dijo que no dará prórroga para el pago de impuestos, por otro lado Banorte, Scotia Bank, BBVA y HSBC, anunciaron prórroga de 4 meses para el pago de créditos de vivienda, automóvil, personales y tarjetas de crédito y un año sin intereses para gastos en hospitales y de salud. Nada se ha dicho de la luz, del gas, del agua, incluso de la tenencia y los derechos vehiculares, medidas que ya se han tomado en otros países.

También es cierto que el gobierno federal dispondrá de un fondo de 25 mil millones de pesos para otorgar hasta un millón de créditos de hasta 25 mil pesos a pequeños comerciantes, taxistas, comercios de comestibles, fondas, taquerías, a pagar en tres meses. También el gobierno de la Ciudad anunció créditos de hasta diez mil pesos para micro y pequeñas empresas a tasa cero de intereses.

Estas medidas no cubren toda la diversidad de trabajadoras por cuenta propia y ya se ve venir una profunda recesión de la economía y no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial.

Según datos proporcionados por la doctora en Sociología con estudios de especialización en Género, Participación Social y Modelos de Intervención, de la UNAM, Julia del Carmen Chávez Carapia, en México, 25 de cada 100 hogares tiene jefatura femenina. Ellas son solteras, separadas, divorciadas o viudas, deben incorporarse, en su mayoría, al sector informal del mercado laboral, que ocupa a más del 60 por ciento de los trabajadores en el país.

Cada día, desempeñan una doble jornada de trabajo, al ser las proveedoras principales o únicas de los gastos de la casa, estar a cargo del mantenimiento y limpieza de la vivienda, y el cuidado de niños y adultos mayores, entre otras tareas.

Son marginadas socialmente. Están catalogadas de manera despectiva, al no ajustarse al estereotipo tradicional de que una mujer, para realizarse, debe casarse y sólo dedicarse a sus hijos, esposo y casa”…

No tenemos claro cómo las medidas anunciadas van a atender las necesidades de estas mujeres.

Otro gran tema, que ya lo hizo visible la Red Nacional de Refugios y muchas organizaciones de mujeres que atienden la violencia familiar en España y América Latina, es el problema que enfrentan durante la cuarentena las víctimas de violencia familiar y sus hijas e hijos, teniendo que permanecer en su casa, sin salir, con su maltratador.

Por eso, la Red Nacional de Refugios en México solicitó a la Secretaría de Hacienda que libere los fondos para que puedan operar los Refugios y brindan atención a las mujeres y sus hijos que lo necesiten.

Y finalmente, es muy preocupante la situación ante la pandemia del Covid-19 de las mujeres en situación de prostitución, especialmente aquellas a las que sus proxenetas las siguen explotando y les siguen cobrando vivienda y alimentación, ya que no las consideran seres humanos, ni les importa si se contagian, porque para ellos son mercancía desechable y fácilmente reemplazables a quienes sólo les importan por las ganancias que les representan. Muchos países en el mundo les han ofrecido un ingreso y han obligado al cierre de burdeles, clubes, antros con espectáculos de desnudo y prostitución y salones de masajes. Sin embargo, nuestro país, no ha tomado una sola acción a favor de esta población vulnerable.

Y así se van acumulando una serie de sensaciones y sentimientos que pasan por el miedo, la angustia, la impotencia, la desesperación y la certeza de que están completamente solas ante la adversidad, el riesgo de enfermarse, y el reto que les va a suponer el difícil panorama económico que enfrentan y el que se avizora.

El presidente de México durante su campaña decía que por el bien de todos, primero los pobres y yo le diría, por el bien de todos, primero las mujeres que viven al día, en alto riesgo y cumplen la doble y triple jornada. Ellas también votan y también son mexicanas.

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