Opinión

coronavirusManuel Ibarra Santos

El coronavirus como pandemia que, según la Organización Mundial de la Salud, ha contagiado a más de 200 mil personas de 160 países, con un saldo a la fecha de más de 8 mil muertos, se ha convertido en una especie de horror apocalíptico que ha cuestionado de fondo la eficiencia no sólo de los sistemas de salud pública, sino también de la economía y las formas de gobierno de la mayoría de los países del planeta. Esto conducirá al reacomodo y a la consolidación de nuevas hegemonías en el mundo. Y en México, los reajustes, no se harán esperar, los que debiesen venir en cascada.

En el caso del escenario local, las fuerzas que se mantienen en el poder, aspiran a que los dramáticos efectos del COVID/19 erosionen y desgasten la energía del gobierno de la Cuarta Transformación (4T), de tal suerte que eso posibilite las condiciones de operar las líneas de la continuidad. Lo cierto es que los motores de la alternancia, por demanda ciudadana, se echaron a andar con fuerza desde hace tiempo.

Por lo pronto, el coronavirus y sus efectos traumáticos en el mundo han puesto en entredicho, también, los supuestos avances de la revolución de la ciencia y sus compromisos éticos con el desarrollo de la humanidad. A pesar de eso, la única salida razonable a la pandemia está en lo que aporten la medicina y la ciencia, no la fe ni los dogmas religiosos.

La forma como algunas naciones avanzadas procesaron la actual contingencia sanitaria, puede aportar soluciones a México ante sus retos en materia de salud pública. Tenemos que aprender en cabeza ajena. Hay muchos referentes.

En Estados Unidos y Corea del Sur, por ejemplo, se detectaron el mismo día (a mediados de enero pasado), los primeros casos de COVID/19, pero la diferencia de su solución estuvo en su procesamiento. En el vecino país del norte no se le dio importancia al hecho y sólo se hicieron exámenes diagnósticos a 4 mil 300 personas, mientras que en la nación asiática se aplicaron a 196 mil.

Corea del Sur mantuvo un estricto y riguroso monitoreo del coronavirus durante dos años atrás e implementó campañas agresivas desde su sistema de salud. Previno y combatió la pandemia con efectivad médica y científica.

Al día de hoy, Corea del Sur casi ha resuelto el problema de la pandemia. En China, sucede lo mismo, aun cuando en la provincia de Wuhan se detectaron los primeros casos. Es más, el gigante asiático-China- se ha propuesto crecer en el 2020, al 6% de su PIB/Nacional. Su fuerza de recuperación es increíble.

En Estados Unidos, en cambio, a pesar de su poderío económico, no tuvo la capacidad anticipatoria y de actuar con visión prospectiva. Ahora está pagando las consecuencias, como muchos países de la Unión Europea, como Italia, España y Alemania, entre otras.

La cultura de la planeación estratégica, la visión anticipatoria, el orden, la disciplina y la promoción de la investigación científica con sentido social, han hecho la diferencia entre los países que están a punto de superar los dramáticos efectos del COVID/19, y los que no.

LAS LECCIONES PARA MÉXICO.

De estos ejemplos emblemáticos debe aprender México, con la finalidad de construir políticas de previsión, de planificación, de racionalidad médica y científica. Lo anterior implica superar la improvisación, la deshonestidad y la corrupción.

Las naciones que a punto están de superar en forma definitiva los estragos del coronavirus, tienen en su haber otro elemento favorable. Le confieren comúnmente gran importancia a la promoción de la ciencia e invierten en su producción fuertes cantidad de dinero. Tan sólo China destina en promedio al año, más de 400 mil millones de dólares. En nuestro país se canalizan apenas 5 mil millones de dólares.

Ante esta contingencia en México, debemos hacernos la pregunta: ¿Dónde se encuentra la comunidad científica? ¿Qué están haciendo?

EL RECOMODO POLÍTICO EN ZACATECAS.

Lo que hoy se tiene que entender, es que el tratamiento de los efectos del coronavirus se debe hacer desde una perspectiva con racionalidad científica. No a partir de su instrumentalización con objetivos ideológicos, políticos y/o facciosos.

La continuidad en el poder en el 2021 en Zacatecas, no pasa necesariamente por el control y manejo de la contingencia sanitaria producida por el covid/19. Los motores de la alternancia están en marcha, por más que se quiera que la conspiración triunfe en contra de la Cuarta Transformación (4T).

Sólo la alternancia en el poder podrá producir los consecuentes reacomodos políticos que requiere el Estado.

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