Manuel Ibarra Santos

Alfonso Ramírez Cuéllar, el zacatecano oriundo de Río Grande, se convirtió en presidente de MORENA en el país <en un acontecimiento histórico de gran trascendencia>, que le otorga la suficiente legitimidad y legitimación para emprender, por la vía del diálogo y los consensos, al menos dos grandes procesos: primero, construir la nueva institucionalidad del partido Movimiento Regeneración Nacional; y segundo, sentar las bases que reivindiquen el triunfo de este instituto político en los comicios del 2021, para afianzar el principio de gobernabilidad en la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Un tercer compromiso, atado a un escenario de lo local, se asocia al reto de tejer y cimentar las estructuras y superestructuras que cristalicen la alternancia democrática en Zacatecas, para que el candidato de MORENA y sus aliados, triunfen en la conquista del poder público en los comicios del 2021.

Ramírez Cuéllar arribó a la presidencia de MORENA dotado de excepcional y notable legitimidad y legitimación, producto de dos momentos importantes: 1).-El Congreso Nacional de dicho partido lo aclamó por unanimidad, en la Ciudad de México, como su dirigente, el 26 de enero pasado; y 2).-El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó y reconoció, un mes después, que tanto convocatoria como método de su elección estuvo apegada a derecho. El dictamen jurídico al respecto es inapelable y sólo queda como respuesta acatarlo en todos sus términos.

El manotazo dado a principios de este año por las diversas fuerzas hegemónicas que confluyen al interior del Movimiento Regeneración Nacional procuró, por la vía del acuerdo razonable, liberar a MORENA de los radicalismos y la confrontación, en los que pretendió mantenerlos Yeidckol Polevnsky. Parece que este primer propósito se ha alcanzado.

Ahora Alfonso Ramírez y su partido tienen frente así, varios retos que atender en esta coyuntura, entre los que destacan los siguientes: a).-forjar las bases de la renovada institucionalidad que necesita MORENA, para que los aleje de los escándalos y los conflictos internos; b).-definir con precisión programática el signo de su identidad ideológica; c).-construir las estructuras que les permitan vincularse con efectividad, a los reclamos de la gente;  d).-abrir mediante el diálogo y el consenso, un gran acuerdo de acción con las principales fuerzas políticas adentro y fuera de este instituto; y e).-cimentar de manera tersa la transición, que conduzca a la elección de su futura y próxima dirigencia nacional.

Si hace su tarea, Alfonso Ramírez Cuéllar se proyectará políticamente a los cuernos de la luna y ayudará sobremanera al presidente López Obrador a consolidar, de paso, uno de los pilares para darle viabilidad a la Cuarta Transformación (4T).

MONREAL / RAMÍREZ CUÉLLAR/YEIDCKOL.

La ex/dirigente Yeidckol Polevnski se encargó de precisar, con sus propias palabras y declaraciones a medios nacionales, que la llegada de Alfonso Ramírez Cuéllar a la presidencia de MORENA, estuvo respaldada por la operación y asesoría jurídica que efectuó el senador Ricardo Monreal Ávila. Este posicionamiento descarta cualquier pleito y confrontación entre los dos zacatecanos. Al contrario, habla de una alianza estratégica entre ambos. Desmiente a los que hacen política desde la negación ética y la mentira.

Pero hay un dato para la memoria que es pertinente recordar. En 1998, el activismo de Alfonso Ramírez Cuéllar desde la organización El Barzón, contribuyó a crear las bases de la primera alternancia política que permitió la llegada de Ricardo Monreal al gobierno de Zacatecas. Las movilizaciones campesinas de entonces erosionaron la legitimidad y credibilidad del viejo régimen priísta, que cedió ante el movimiento monrealista. Más allá de la confrontación, dichos zacatecanos trabajaron por el horizonte del cambio.

Hoy el destino vuelve a colocar a Ricardo Monreal y a Alfonso Ramírez, en la perspectiva de un mismo movimiento nacional, ahora encabezado por López Obrador.

LOS ZACATECANOS Y EL GOBIERNO DE AMLO EN TRES PISTAS.

La administración federal de López Obrador se desplaza en tres pistas de acción: i).-la estructura del gobierno de la república; ii).-la operación de la gobernabilidad desde el Poder Legislativo Federal; y iii).-el vínculo y la relación del poder público con la sociedad, sus sectores y con la gente en general. En los tres ámbitos destacan reconocidos zacatecanos.

En la construcción plural de los acuerdos con las distintas fuerzas políticas nacionales, trabaja desde el Congreso de la Unión, Ricardo Monreal; a partir de ahora, en la relación con la sociedad y los partidos, veremos la operación de Alfonso Ramírez; y en la estructura administrativa del Poder Ejecutivo Federal, se observa la acción de Rocío Nahle García.

Por lo pronto, muchas coincidencias mostrarán Alfonso Ramírez y Ricardo Monreal, para servirle bien a Andrés Manuel López Obrador, el jefe de la Nación. La otra, sumarán esfuerzos para concretar la alternancia en Zacatecas.