Opinión

grafica trimestralManuel Ibarra Santos

Los datos objetivos más recientes del INEGI que colocan a Zacatecas como una de las cuatro entidades del país con menos crecimiento (-3.4%) en el 2019, derrumban por fin el modelo de economía ficción que se ha instaurado en nuestro estado <con poca solidez econométrica> con argumentos irracionales, absurdos y falaces. Los datos empíricos nos vuelven a la realidad. El fenómeno no es de ahora. Desde hace dos años atrás (2017) la caída gradual del PIB estatal y con eso el derrumbe de la productividad, nos lanzaban la primera señal negativa. Pero en el gobierno de Tello no se le dio importancia.

Quizá el único (uno de los muy pocos) que actúo con la lógica de una aceptable racionalidad económica, al proponer un programa contra/cíclico para detener los efectos negativos de la desaceleración fue el secretario de Finanzas, Jorge Miranda. Pero en la mayoría del equipo gobernante, salvo contadas excepciones, no se actuó en congruencia con el escenario de contingencia que se avecinaba.

Buscar explicación a la caída de la economía zacatecana sólo en factores externos y nacionales, sin asumir una posición de autocrítica interna, resulta a todas luces, irresponsable. Peor aún, echar culpas a diestra y siniestra, a actores políticos exógenos, es además engañoso.

Surge una pregunta obvia: ¿Por qué entonces las economías de todos los estados circunvecinos sí crecieron positivamente?

Mientras Zacatecas registra el desplome de su economía, en las entidades vecinas el proceso es inverso. Todas han crecido positivamente en este mismo periodo: Aguascalientes 2.9%, Durango 3.1, Jalisco 2.3, Nuevo León 2.3, Nayarit 1.1 y Tamaulipas 2.1%, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Lo que no se ha tomado en cuenta es que, en el crecimiento económico de nuestro Estado, en su relación con las entidades vecinas, ha operado un factor diferenciador del desarrollo, componente con el que no cuenta Zacatecas. Es decir, con una elite política y gobernante visionaria, comprometida, innovadora y capaz de atraer, en la magnitud que se requiere, inversión pública y privada, con el objetivo de dinamizar la economía.

Por otra parte, a esto se suma que el responsable (y su equipo) de promover el desarrollo económico de Zacatecas se ha empecinado en operar a través de políticas ficción.

El desplome de la economía zacatecana se encuentra precedida por la caída acumulativa de los niveles de productividad en el 2017 y 2018, fenómeno al que no se le puso la debida atención.

Las consecuencias se reproducirán en cadena: el mercado interno se contraerá y las metas de generación de empleo no se cumplirán como lo comprometió el gobernador Tello.

La organización México: ¿Cómo Vamos? revela que, en Zacatecas en el tercer trimestre del 2019, se han generado mil 900 empleos formales, apenas un 24 por ciento de los ofrecidos para esta anualidad. Será complicado que el otro 70 por ciento de ellos se puedan crear en lo que resta del año.

Hoy es evidente que se requiere revisar la estrategia de promoción y desarrollo económico de Zacatecas.

LA ECONOMIA FICCIÓN DE ZACATECAS

El titular de la secretaría de economía del gobierno del Estado ha declarado, de manera insistente, que Zacatecas es una potencia de la industria automotriz y que la población ocupada gana los mejores salarios de la República. Esas y entre otras muchas afirmaciones que son una falacia, forman parte de la política ficción que se practica en nuestro estado.

1).-Industria Automotriz: Zacatecas solamente aporta el 0.7% de la producción de autopartes en el país, lo señala la Secretaría de Economía federal. Las entidades que más aportan en la materia son Coahuila 18.9%, Chihuahua 13.9%, Guanajuato 9.1%, Nuevo León 8.3% Estado de México 7.4% Aguascalientes 6% y la CDMX 6%.

Por regiones, la frontera norte aporta el 50.6% de la producción de autopartes y el Bajío el 30%.

2).-Salarios Competitivos: Desde el sector oficial estatal se ha insistido de que en Zacatecas la población económicamente activa ocupada gana los salarios más competitivos de la República. Esta es otra rotunda mentira.

El INEGI señala que el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza en México (2019) afecta al 38 por ciento de la población ocupada que no puede adquirir los productos de la canasta básica por sus insuficientes ingresos.

En Zacatecas el porcentaje, en el 2018, se elevó al 49% de su población ocupada que no puede acceder a la canasta alimentaria básica y se ubica, así, como una de las entidades con mayor pobreza laboral.

EL RETO, TRASCENDER LA ECONOMÍA FICCIÓN:

Hoy el reto que tenemos en Zacatecas, es trascender la política de economía ficción que prevalece en la entidad y avanzar hacia la constitución de una clase política capaz de crear un modelo de desarrollo justo y equitativo que beneficie a la población. Por lo demás, hay que reconocer el esfuerzo del gabinete de finanzas por diseñar, frente a la crisis, un plan anticíclico.

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