Opinión

MIchoacanMartha Elba Torres Martínez / Ambigú

SemMéxico.  Mientras López Obrador se ocupa en estrangular las prerrogativas a los partidos de oposición para debilitar su reagrupamiento y reorganización rumbo al 2021 y “el empleado del año” Marcelo Ebrard hace con la tragedia en El Paso, la contracampaña a Donald Trump, el cártel que dominará en la era de la 4T, le recuerda al Presidente, quién manda.

Y cómo no. Tiene ya presencia en 28 entidades y en más de 20 países. Su principal estrategia para acabar con los grupos rivales, es aterrorizar a los integrantes para que se pasen a sus filas y quedarse con los negocios, desde el cobro de piso a comerciantes y las drogas, hasta el huachicoleo y secuestro.

Por eso, tantos descabezados los últimos dos meses en Morelia y ahora los descuartizados y colgados en Uruapan. Por eso, el matadero de gente del grupo huachicolero de “Santa Rosa de Lima”, en Guanajuato y en Quintana Roo, de narcomenudistas de “Los Pelones” en bares y restaurantes repletos de turistas.

No nos hagamos. El presidente López Obrador declaró en su mañanera del 30 de enero, el fin de la guerra contra el narco; dejó de perseguir a los grupos criminales porque su mente solo hay amor y paz, y se desató el infierno.

Por eso, los 20 mil muertos en lo que va del año. La lógica es clara: que se maten entre ellos, porque es más fácil lidiar con uno –y porqué no, negociar-, que con seis cárteles y 80 grupos que controlaban la producción, trasiego y venta de drogas, secuestro, extorsión, robo de vehículos, de transporte, huachicol, trata, etc.

Por poco espacio disponible en esta entrega, no me detendré a un análisis semiótico de las imágenes, que amablemente y por lo regular, policías y agentes proporcionan de las escenas de crimen a los reporteros de la policiaca y que luego son retomadas, sin crédito por lo general, por los sitios. Si revisamos las gráficas correspondientes a Uruapan, no son más de siete tomadas de igual número de ángulos.

Por eso, para entender lo que pasó la noche del miércoles y la madrugada de ayer en la puerta de entrada a la Tierra Caliente michoacana, la clave está en el mensaje de la manta:

Con el respeto que le tenemos a la bella población de Uruapan, nos deslindamos de toda manta o publicación que ha salido en las redes sociales, nosotros no amenazamos. No tenemos arreglo con nadie del gobierno, y la guerra es contra los viagras. No contra los encargados de la seguridad ni los gobernantes del estado. Lo que si claro les dejamos es que todo el que colabore, ayude en algo a la chatarra, Ronald, ratón, moto, mono verde, maniaco y fillos. Así van a quedar.

Gente bonita siga con su rutina.

Has patria y mata un viagra.

1.- Las 19 personas, 16 hombres y 3 mujeres que fueron asesinadas “colaboraban o ayudaban en algo” a integrantes de un grupo rival, por tanto, el mensaje tiene destinatario directo.

2.- Deja claro que “no hay arreglo con nadie del gobierno” (se entiende: el Gobierno Federal).

3.- “La guerra” es contra el grupo rival y “No contra los encargados de la seguridad ni los gobernantes del estado” (un claro: no se metan).

4.- El mensaje a la “gente bonita”: no se fijen, “siga con su rutina” (esto, apenas es el comienzo).

5.- El último enunciado es una orden específica.

Hasta el cierre de esta entrega, el tendedero de cuerpos en Uruapan del cártel predominante en la incipiente era lopezobradorista, no provocó reacción en el área federal responsable de la seguridad. Desde este viernes 9, el Presidente estará de gira en Zacatecas y Durango y su secretario Ebrard seguirá generando más humo con el tema migrante.

Por el estado, el fiscal general, Adrián López Solís, dio rueda de prensa para tranquilizar a la población aterrorizada por los medios que difundían los hechos, como producto de la inseguridad cotidiana de la delincuencia común –asaltos y robo en casas y negocios- y no como un hecho específico en el contexto de la lucha criminal a gran escala, por el dominio territorial…           

A propósito de variables extrañas.

¿Qué puede haber en común entre los accidentes aéreos de quien fuera la gobernadora de Puebla, Erika Alonso, el 24 de diciembre de 2018 y en el que perdieran la vida el secretario de Seguridad Pública, José Martín Godoy y el doctor Germán Ortega, en julio pasado?

Es supuesto hipotético, aclaro, porque aún no se difunden los resultados de las investigaciones: en ambos casos, viajes cortos, pilotos experimentados, rutas de vuelo muy conocidas, naves en buen estado, condiciones climáticas manejables, sin visos de explosivos.

Y esto, ¿qué tendría que ver con la decisión del Presidente de no viajar más en vuelos comerciales ni privados? Él dice que es para ranchear conforme vaya avanzando en carretera. Está bien. Pero lo hace en camioneta súper blindada –que ni Obama- y resguardado por un montón de seguridad.

Todo fuera por no querer despegar los pies de la tierra, aunque sus decisiones de gobierno, dicen todo lo contrario.

Hay algo. Huele…

El próximo miércoles 14, el alcalde de Morelia, Raúl Morón Orozco, rinde su primer informe de gobierno.

Al margen de lo que digan sus detractores, que por cierto tiene varios -dentro y fuera de Morena-, de los 18 presidentes municipales que tiene este partido, no solo es el que tiene mayor carrera política, sino el que mejor está haciendo las cosas. Por eso el golpeteo.

Están tan visibilizados sus enemigos políticos, que todo lo que despotrican en redes ya da hueva leer. Hasta porque se caga un perro, es su culpa. Igual le pasa al gobernador. Por eso hasta se pitorrea y hace cascabelear a más de uno de sus fervientes críticos, en las ruedas de prensa de los lunes. Salen bien contentos con su nota: ¡ya me lo chingue!

Pero lo relevante está en que mientras Silvano Aureoles tiene suspendidos los convenios de publicidad desde diciembre 2018, el morenista Morón Orozco, le metió un tijerazo al gasto en ese rubro de 9 millones de pesos y desató la furia de los damnificados de la austeridad.

Así sucedió con los proveedores y contratistas que tanto benefició Alfonso Martínez Alcázar, quien rentaba vehículos e inmuebles para oficinas, pagaba vigilancia privada y pagaba asesores al por mayor. Dejó ya de pagar cerca de 180 mdp en un año. A la nómina también le echó moche: de 5 mil 192 empleados heredados. A mayo de este año, la bajó 4 mil 800, una contención de 60 millones de pesos en pago de sueldos. De ese tamaño “las viudas del poder” que dejó la muerte del gobierno independiente.

Pero eso lo entiende Morón, quien está decidido a seguir trabajando al margen de los golpes y la insidia. Al final de cuentas la calificación que vale está a ras de tierra y no en el ciberespacio. Y una cosa es clara, el matemático gobierna de manera muy diferente a López Obrador. Le servirían unos consejitos al Presidente…

Y a los detractores de Aureoles, de dentro y fuera del estado, pinche chorrillo que les dio del coraje, al cifrar el Coneval la reducción de la pobreza en Michoacán del 55.3% en 2016 a 46% en 2018.

Porque a ver. La pobreza no se mide en función de cuántos pesos traen una o uno en la bolsa. Aunque parece ser que ahora así será, por eso de los apoyos federales en efectivo, sino metodológicamente a través de nueve indicadores establecidos en la Ley General de Desarrollo Social: ingreso corriente per cápita, rezago educativo promedio en el hogar, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, grado de cohesión social y grado de accesibilidad a carretera pavimentada.

Entonces, se trata de calidad de vida y de un entorno de bienestar. Teóricamente. Y ahí es donde trabajó el gobierno silvanista estos dos años: en reconstruir los servicios de salud y educación, en las carreteras, en Palabra de Mujer a través del cual 50 mil jefas de familia tienen hoy si negocito, en el mejoramiento de las viviendas, que tengan agua potable y drenaje.

Sueña poquitero y marro, pero eso es mejorar. Como quisiera que el Presidente, en lugar de gastar mil mdp en dos estadios de beisbol en Sonora, los invirtiera donde realmente se necesitan. Pero qué quieren, así es este Presidente. (a)

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