Opinión

manta edManuel Ibarra Santos

La gobernabilidad política de Zacatecas pasa necesariamente por la resolución definitiva del pago de la nómina de los miles de profesores en la entidad. Pero dejar a los maestros sin sus salarios, como sucedió la segunda quincena del mes de mayo, es un acto desproporcionado de graves repercusiones éticas y morales, más allá de las implicaciones jurídicas y políticas del caso.

El sociólogo polaco-británico Zygmunt Bauman (1925/2017), promotor del paradigma de la modernidad líquida, al analizar las manifestaciones de insensibilidad que distingue a la sociedad de nuestra época, caracterizó a los gobernantes y políticos que gustan infringir sufrimiento y daño a los demás, de estar dotados de extraordinaria “ceguera moral y ética”. 

Para fortuna, el problema de los profesores se resolvió ya coyunturalmente con la liberación de 120 millones de pesos que aportó el gobierno de la Federación. Lo deseable sería que no volviera a suceder tal experiencia, por los infortunios que se propician a los profesores y sus familias. Pero también por los obstáculos que se colocan a la educación y al desarrollo.

Para avanzar en la solución del problema económico de los maestros, se visualizan un par de escenarios, que corresponden a su vez, a una de dos medidas, a corto y mediano plazo < o las dos a la vez >, que tendrán que explorarse con atingencia y prudencia.

Primero, la solución de corto plazo tiene que basarse en la reconciliación y reconstrucción, a la brevedad, de un sólido acuerdo de civilidad, respeto y colaboración (no basado en los desafíos y las insolencias) con el gobierno de la federación, para que éste rescate las finanzas del sector educativo zacatecano. Si esto se logra, mucho se habrá avanzado. Lo contrario implica retroceder y poner al cuello una soga que ahorque al desarrollo del Estado.

La segunda medida está asociada a la federalización de la educación básica, que ya anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, la que se implementará a mediano plazo, con la cual el gobierno de la República absorberá el pago total de los salarios de los maestros del país.

La federalización de la enseñanza pública se ha propuesto el logro de varios objetivos: 1).-poner orden en el manejo del gasto educativo; 2).-implementar un nuevo modelo de gestión administrativa en el sector, porque el actual está profundamente agotado y burocratizado; y 3).-homologar salarios y dar eficiencia al manejo de los recursos educativos.

LA NÓMINA MAGISTERIAL Y EL DISEÑO DEL FONE.

La crisis de la nómina magisterial en Zacatecas, en su dimensión actual, registra una historia relativamente reciente y está vinculada a la creación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo.

En el mes de octubre del año 2013, el Congreso de la Unión aprobó casi por unanimidad, reformas hacendarias a La Ley Federal de Coordinación Fiscal y se creó el FONE.

Hasta el primero de enero del 2015 entró en vigor el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa, pero con el plazo de un año de gracia, el 2014, para que los gobiernos de los Estados y la Federación emprendieran todo un proceso de revisión y conciliación de plazas, para que pudieran ser contempladas en su financiamiento por el gobierno de la República.

Sin embargo, algo pasó y Zacatecas fue uno de las poquísimas entidades del país que no atendió tal responsabilidad a plenitud. El saldo negativo hoy se observa con consecuencias funestas en lo administrativo político y económico, para la entidad. Esta es otra de las herencias que Alejandro Tello recibió de su antecesor.

Hoy, muy pocos colaboradores de Tello se han fletado para enfrentar el problema y el secretario de Finanzas, Jorge Miranda tiene que lidiar cada quincena para resolver el pago de salarios a los profesores.

El reto es resolver de fondo los problemas financieros del sector educativo. La gobernabilidad de Zacatecas de eso depende.

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