Opinión

Matilde Hernandez 1]Efemérides y saldos[

 

En el terreno específico del léxico, opino que llegar a saber qué vocablos emplean los estudiantes, cuántos y cuáles son, cómo están distribuidos, qué valor tienen, qué peso, contribuye señaladamente a avanzar en el camino de lograr una adecuada planificación de la enseñanza del vocabulario; téngase en cuenta que en estudios como éste que presento ahora se establece precisamente lo que acabo de enumerar.

María Matilde Beatriz Hernández Solís

 

ALEJANDRO GARCÍA 

 

En este mundo de amenaza permanente donde el medio académico no es privilegiado ni excepcional (salvo contadas personalidades), la salida de los productos de investigación vive entre el rápido examen, raramente polémico, en foros cada vez más pequeños, expones y te vas, y la regla ajena al medio académico que tiene que ver con el libro y su circulación, su papel propagador de la cultura y sujeto a leyes de mercado. Se vive así entre un universo de pares que atestigua la generación del conocimiento y una industria editorial casi ajena a estos productos. Los esfuerzos de las editoriales universitarias son escasos e intermitentes, carentes de recursos para la distribución (a veces desde la producción).

  En los primeros años del neoliberalismo, de Miguel de Lamadrid a Salinas, se exigía investigación regional o muy acotada a ciertas líneas de investigación. La gran reflexión pareció destinarse a los centros de investigación de la capital y no a todos, sólo los tradicionales monstruos: UNAM, Politécnico, UAM y uno que otro garbanzo de a libra.

  Agréguese a lo anterior la desconfianza hacia los métodos empíricos, hacia los análisis intrínsecos y hacia todo lo que no tuviera que ver con la utilidad ideológico-política de aquellos años de activismo, relevancia de la oralidad y tardío requerimiento de sacrificio de los medios por los fines.

  Sólo hacia finales de siglo se logró cierto apoyo o se dieron las condiciones por la vía libre para investigaciones que aglutinaran lo general con lo particular, lo cuantitativo con lo cualitativo, lo regional con lo nacional y mundial.

  Alrededor de los años 90, desde la Facultad de Filosofía Letras de la UNAM, Juan López Chávez inició trabajos de disponibilidad léxica, primero solitariamente y después acompañado por Marina Arjona Iglesias. En 1994 se desarrolló en la UAZ el tercer Encuentro sobre Problemas de la Enseñanza del Español en México, que a la fecha ha llegado a 11 realizaciones, la primera, la segunda  y la décima en la Ciudad de México; de la tercera a la novena en Zacatecas y la décima primera en Monterrey. Estos encuentros han servido de foro de discusión o de reflexión sobre estos trabajos y se fueron acompañando de las reuniones de trabajo en Pinos (a partir de 1997), Zacatecas y de la fundación y desarrollo de la Maestría en Enseñanza de la Lengua Materna (2003).

  De la palabra al vocablo hay un buen trecho. Disponibilidad léxica de estudiantes de primaria de la ciudad de Zacatecas de María Matilde Beatriz Hernández Solís México, 2014, Chiquihuite /UAL, UAZ, 167 pp.) es uno de los primeros trabajos de esta línea de investigación que entre nosotros forma ya una masa crítica relevante. Fue presentada originalmente y en lo sustancial como tesis de maestría en Lingüística en la UNAM en el año 2000.

  Por cuestiones del destino y del contexto a que he aludido antes, este libro debió publicarse en fecha anterior, pero las exigencias de novedad, de dar a conocer los más recientes productos y la falta de recursos obligó a postergarlo.

  El libro no es sólo testimonio de esta lucha de los universitarios por transitar al conocimiento y a los senderos de la discusión pública del mismo a través de óptima vía: la publicación. Es también un magnífico ejemplo de los problemas a que se enfrenta una disciplina como la lingüística aplicada en general y a sus aplicaciones a la enseñanza de la lengua materna en específico.

  Aquí hay testimonio de los primeros caminos, de los primeros levantamientos, y de las primeras apreciaciones que van desde lo concreto a lo abstracto, de lo particular a lo general y que buscan encontrar el salto cualitativo.

  La autora era muy consciente de los desafíos a que se enfrentaba su estudio: “Es necesario aclarar que con esta interpretación se pretende solamente marcar tendencias, lo cual me parece más importante que hacer un análisis exhaustivo de los datos, pues la muestra es grande y permite muchas posibilidades de estudio.

  El libro ordena la producción de los escolares zacatecanos que escriben en cuestionarios el vocabulario que se les viene a la memoria y los ubican en 16 centros de interés. El tiempo de escritura es de 3 minutos y tiene ese determinante que con el desarrollo de la investigación ha ido variando en cuanto a su relevancia e interpretación, pues el cansancio, la estimulación en la escritura, las condiciones en el levantamiento de las encuesta influyen.

  Parte interesante del libro es la confrontación de resultados con los escolares del mismo nivel de la ciudad de México. En producción de vocablos (que no de palabras, pues este número es mucho mayor) se encuentran en al final del camino 2862 vocablos comunes o compartidos, 2822 exclusivos de escolares Zacatecanos y 2319 exclusivos de escolares de la ciudad de México. Los años siguientes encontraron en estas cifras no sólo el rumbo, sino la posibilidad de encontrar aplicaciones escaladas.

  De modo que este libro es bienvenido porque es una especie de boomerang, un golpe hacia el pasado que regresa fortificado a darnos nuevas pruebas fehacientes que preparan para un nuevo lanzamiento.

  De la palabra al vocablo hay un buen trecho. Disponibilidad léxica de estudiantes de primaria de la ciudad de Zacatecas de María Matilde Beatriz Hernández Solís (2014) se une a Qué te viene a la memoria. La disponibilidad léxica: teoría, métodos y aplicaciones de Juan López Chávez (2003), Un modelo paras la planificación de la enseñanza del vocabulario con fundamento en el léxico disponible de universitarios zacatecanos de la misma Hernández Solís  (2012), La lección lexical como propuesta de enseñanza de vocabulario a estudiantes de primer año de licenciatura de la Universidad Autónoma de Zacatecas de Gabriela Cortez Pérez (2014) y El léxico disponible en dos regiones de Zacatecas. Una lectura a partir de la memética, la teoría de la evolución cultural (2014).

  Todos estos títulos nos hablan ya de una colección de investigaciones lingüísticas de alta calidad y poseen además el denominado común de ser publicados por la Universidad Autónoma de Zacatecas a través de la Unidad Académica de Letras, contando con la coedición de ediciones Tlacuilo, Taberna Libraria y ediciones Chiquihuite. En línea de espera están las investigaciones doctorales de Martha Cecilia Acosta Cadengo, Gabriela Cortez Pérez y Rosa Cecilia Trejo Acuña, terminadas o muy cercana a su fin. Por cuestiones de espacio no menciono a cerca de una veintena de trabajos publicables de la Maestría en Enseñanza de la Lengua Materna.

  Trabajo en gran medida en breña, hito en su momento, marca el despegue de una investigadora, de unos resultados, de una línea y de un campo disciplinario específico, el de la lingüística aplicada a la enseñanza de la lengua materna, el de algunos resultados previos de disponibilidad y el de la prueba de la computación y sus mecanismos para manejar gran cantidad de datos y procesarlos. Aquí no sólo se sabe cuál es la palabra más usada en referencia al cuerpo, sino la posición que ocupa en cada emisión. ¿Eso indicaba la organización mental del niño, del lenguaje o era un mero acomodo del azar y de los estímulos? El reto estaba a la vista.

  Con el tiempo aparecerían las constelaciones e incluso la posibilidad de una memética o genética cultural a través del lenguaje.

  El boomerang del lenguaje y de la empresa que de él se ocupa va y viene, como la vida.

  

 

 

 

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