Opinión

ELENA AZAOLA*/ Presunción de Inocencia

 

Durante 2014, 16 mil adolescentes de 14 a 18 años fueron detenidos por cometer algún delito en México. Mientras que la mayoría cumple diversas medidas en libertad porque el delito que cometió no es grave, casi 5 mil se encuentran privados de libertad al cometer delitos graves.

Un estudio que realizamos en centros de internamiento de cuatro estados (Coahuila, Sinaloa, Morelos e Hidalgo) nos dio una radiografía y un perfil claro de los adolescentes que han cometido los delitos más graves en nuestro país. Pudimos hacer una reconstrucción detallada de las historias personales y familiares de 278 adolescentes, lo que nos permitió comprender los factores que contribuyeron a que se vieran involucrados en ese tipo de delitos.

Entre dichos factores destacan los siguientes: 47% abandonó sus casas por diferentes periodos, casi siempre debido a la separación y/o la violencia entre sus padres. El 62% dijo que sus padres se separaron y el 12%, que tuvo que irse a vivir a la calle o solos, pues no encontraron apoyo en otros familiares. El 22% nunca vivió con su padre ni tuvo la oportunidad de conocerlo. El 41% sufrió de manera constante algún tipo de maltrato durante su infancia. Un 37% dijo que cuando era maltratado no había nadie que le brindara apoyo y un 14%, que no confía en nadie. Asimismo, el 43% afirmó que algún o algunos miembros de su familia habían estado en prisión.

Pudimos hacer una reconstrucción de las historias de 278 adolescentes, lo que nos permitió comprender los factores que contribuyeron a que se vieran involucrados en ese tipo de delitos

En relación con su situación económica, el 61% dijo que era regular o mala, y 17%, que en su casa faltaba comida. Un 94% de los adolescentes ya había desempeñado varios trabajos; al respecto, destaca el hecho de que el 26% comenzó a trabajar antes de cumplir los 12 años y el 64% contribuía con el gasto de su familia.

Respecto de la escolaridad, 52% de los adolescentes cursó algún grado o completó la secundaria, mientras que 30% apenas algunos grados de la primaria o logró completarla. Solo el 17% logró cursar algún grado de la preparatoria o de una carrera técnica. El 30% dijo que no le gustaba la escuela porque se aburría o no era interesante. Un 21%, a su vez, indicó que no pudo continuar estudiando por problemas económicos, y el 62% refirió que en su escuela los mayores golpeaban frecuentemente a los más pequeños.

En cuanto a los delitos por los que están privados de su libertad, el 35% fue acusado por robo con violencia, 22% por homicidio, 17% por portación de arma prohibida,15% por robo de vehículo, 15% por secuestro, 10% por delitos contra la salud, y 10% por delincuencia organizada.

Ante el panorama brevemente descrito, es claro que el sistema de justicia para adolescentes tiene frente a sí un enorme reto para reincorporarlos como ciudadanos competentes, autónomos y respetuosos de la ley; desafortunadamente, las más de las veces carece de los elementos para alcanzar tales metas.

 

*Doctora en Antropología Social por el CIESAS y se formó como psicoanalista en el Círculo Psicoanalítico Mexicano. Desde hace más de tres décadas se ha desempeñado como investigadora de esta prestigiada institución académica y es una de las voces internacionales más reputadas en temas como criminalidad y violencia entre mujeres y jóvenes, maltrato y explotación infantil, e instituciones carcelarias y derechos humanos. Es autora de decenas de artículos, ensayos, ponencias, estudios y libros acerca de estas y otras temáticas. En 2012 ganó el Premio «Ponciano Arriaga». Puede contactarla a través del correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

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