Cultura

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Zacatecas. El texto de Margarita Villareal obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2016

 

Leer a Minerva Margarita Villareal es como leer a Santa Teresa, podemos sentir el impulso de perfección y ardor que recibe el nombre de Dios, poesía, belleza…, dijo Javier Acosta al presentar a la escritora nuevoleonesa en la Feria Nacional del Libro Zacatecas 2017, a propósito de su libro “Las maneras del agua”, que le valió el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2016.

Acosta, también poeta, y catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), trajo a referencia a Octavio Paz sobre cómo reconocer la eugenesia, la gran poesía, y es que ésta combina la fatalidad pasional con arrojo en la forma, exploración en la forma y eso está en la poesía de Minerva Margarita, dijo.

Después citó a Harold Blum, sobre el poema precursor con originalidad y angustia, con amor y deseo de desprendimiento, pues no hay gran poesía si no se incurre en la herejía. “En toda la admirable poesía de Minerva está esa fatalidad pasional, ese voto de perfección de Santa Teresa y el mismo demoniaco-divino de la poesía cabal, genuina”, acotó.

Escritora y catedática también, Rita Vega Baeza tuvo una participación especial al comentar la obra de Villareal, quien es autora también de “El corazón más secreto”, “Herida luminosa” y “Tálamo”, y que basa su obra en la mística de Santa Teresa de Ávila, patrona de los escritores.

Y dijo: “En los poemas (de Minerva Margarita) ocurre metamorfosis, quizás una epifanía, esa forma inexplicable de un acontecer súbito que coloca o desubica a cualquier persona en un instante y no sabe sin está despierta o dormida”.

Vega Beza dijo que esa realidad sobrepasa a cualquier forma de la razón, vivifica lo pronunciado en otro tiempo y en la escritora de antes: Santa Teresa. Hay irreverencia, que es una irreverencia sacra.

Coincide –añadió Rita- esa sacralidad con una condición herética y “Santa Teresa, revivida en la voz de la poeta, ha reconducido ese camino equivoco. “Así deviene el testigo y cómplice de Teresa de Ávila, su poesía fluye y circula tal y como la encontramos en los poemas de ‘La manera del agua’ donde la poesía es un elogio de la lentitud, una invocación balsámica de una antigüedad que hoy nos habla y revitaliza.

Minerva Margarita Villareal leyó algunos de sus poemas. Antes, habló de Zacatecas, una ciudad que le significa mucho porque fue aquí donde dio sus primeros pasos en la poesía junto a Eduardo Arellano, “cuyo espíritu sigue aquí flotando”; agradeció las palabras de Acosta y de Vega Baeza también al Instituto Zacatecano de Cultura, por el foro en el que participó.

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