Opinión

ovariosLUCÍA LAGUNES HUERTA* / Zona de Reflexión

 

Cimacnoticias | México, DF

Los mayores aprendizajes que adquirimos a lo largo de nuestra vida se nutren de experiencias personales, que, cuando rebasan el ámbito individual al social, construyen movimientos e iniciativas transformadoras que rompen silencios y revelan realidades. Un claro ejemplo ha sido el movimiento de madres de personas desaparecidas y la campaña #SiTienesOvarios.

Muchos de estos aprendizajes se ven influenciados por tendencias de emergencia y por miradas generalizadas diseminadas como verdades únicas. Por ejemplo, durante años las mujeres hemos sido encaminadas a cuidarnos del cáncer, pero únicamente del de mama y del cérvico uterino.

La lógica de la segmentación ha hecho de la salud y del cuerpo humano una suma de partes y no una integralidad. En especial el cuerpo de las mujeres suele mirarse bajo la lupa de la reproducción y no en las mujeres mismas.

Es decir, nos ven por partes y no como un todo que somos y que conforma nuestra humanidad, nos miran como las incubadoras potenciales que tienen que estar “aptas y en las mejores condiciones” para la maternidad y el cuidado de las hijas e hijos.

Como si el derecho a la salud fuera adquirido por partes o por nuestra capacidad reproductiva y no por ser humanas.

Trascender estas miradas no es fácil y en muchas ocasiones se da hasta que nos enfrentamos a ellas, cuando nos toca vivir la experiencia.

Así surgió la campaña #SiTienesOvarios, movimiento iniciado por una periodista mexicana que se enfrenta al cáncer de ovario. A Mariana Escobedo el diagnóstico la llevó a colocar todas sus herramientas de investigación reporteril para comprender a qué se enfrentaba.

Como buena reportera que es, encontró las respuestas, los datos duros y la ausencia de políticas para salvar a las mujeres que padecen este tipo de cáncer.

Hoy es el Día Mundial contra el Cáncer. En México, hasta octubre pasado, cada día 12 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de ovario y siete más murieron a causa de ese mal. En suma, 4 mil 500 casos nuevos casos de cáncer de ovario se registraron hasta octubre de 2015, colocándose como la tercera causa de muerte por cánceres ginecológicos en México.

Hasta hoy el cáncer de ovario no ha sido reconocido como un problema de salud pública, ni está integrado en el rubro de gastos catastróficos del Seguro Popular. Las mujeres que lo enfrentan lo están haciendo con sus propios recursos económicos, sociales y emocionales.

En pleno desarrollo personal, en la consolidación de carreras profesionales y casi a la mitad de sus vidas, las mujeres de entre 40 y 59 años de edad enfrentan este mal, en general de manera tardía, pues hasta ahora la única herramienta generalizada para la prevención es el papanicolaou, el cual no detecta este mal.

Los efectos negativos también alcanzan a las mujeres de entre 20 y 30 años, quienes ante la ausencia de información y de medios para la detección oportuna siguen caminando engañadas de estar protegidas por realizarse el papanicolaou o con diagnósticos equivocados como colitis, muy común de la época acelerada, dicen, cuando en realidad están enfrentando un cáncer de ovario que para detectarlo de manera oportuna requieren un ultrasonido transvaginal.

Por eso #SiTienesOvarios es necesario trascender el aprendizaje inducido de la parcialidad de nuestro cuerpo, dejar de ser “pacientes” para, de manera activa, tomar la salud en nuestras manos y exigir la protección integral que se requiere.

Twitter: @lagunes28

 

*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.

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