Zacatecas. Precisó el invitado potosino que con su libro ayudó a poner en claro la obra del poeta Ramón López Velarde
Enmarcada en el Programa de las “XVII Jornadas Lopezvelardeanas 2014” se impartió la conferencia dictada por Armando Adame, quien disertó sobre Emmanuel Carballo, que en su época de legendario crítico literario analizó, como era su práctica, la obra del poeta jerezano, Ramón López Velarde.
En el patio central del Museo Zacatecano, ante un selecto público el escritor, historiador e investigador potosino, Armando Adame, comentó “me recibieron con un arco del triunfo, pensé no era para tanto, pero no, es para celebrar las miles de muertos que ocurrieron el 23 y 24 de junio, haciendo referencia al recién instalado monumento dedicado al Centenario de la Batalla de La Toma de Zacatecas en el centro histórico de la capital.
Señaló, que “Este acontecimiento es un asunto para conmemorar, analizar y hacer una reflexión debido a que las consecuencias fueron “un abandono para la ciudad por muchos años a partir de Junio de 1914, es un hecho al que hay que darle su justa dimensión”.
El maestro Adame recordó la obra del maestro universitario, periodista cultural y acérrimo crítico literario de grandes escritores; faceta de la que más se habla y que, contundente, Carballo la ejerció durante toda su vida.
Puesto que fue uno de los opinantes literarios más reconocidos de México, su trayectoria en las letras le valió gran cantidad de premios, como en el 2005 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, galardón al que convoca año con año el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC).
Expresó, entre otros muchos conceptos que Carballo nació ocho años después de la muerte de López Velarde, en el año de la autonomía universitaria y en el año de la firma de los acuerdos que pusieron fin a la guerra cristera.
Acuerdos, que firmaron Emilio Portes Gil y Pascual Díaz, futuro Arzobispo de México y confesor en su lecho de muerte de Ramón López Velarde.
Carballo de origen Jalisciense, viene a fijarse en un personaje también muy semejante, ante ello, puso su atención en la figura de Ramón.
Como todos los escritores explicó Adame, Emmanuel trató de hacer poesía y no era lo suyo, qué bueno, dijo Adame, al dar lectura a una poesía que Carballo dedicó a la muerte de López Velarde.
Refirió en cuanto al trabajo que escribió Carballo sobre Ramón López Velarde en el año de 1953, titulado “Ramón López Velarde en Guadalajara”, y que publicó el IZC en el año 2006, como rescate de un trabajo muy interesante, que ayudó a poner en claro la obra del poeta de Jerez, el cual es un libro regional que habla de la literatura de Guadalajara, de escritores jaliscienses que han hecho las letras de la cultura nacional.
Aclaró el conferencista, que en el libro Carballo pone en claro 15 textos y de paso arremete contra ciertos críticos, uno el potosino Luis N. Vázquez, sin que le interese quedar bien, al margen de las reacciones que pueda tener el público.
Posteriormente, Emmanuel, hace un estudio sobre López Velarde y los poetas jaliscienses González León, Armando J. de Alba Y Martínez Valadez, este último no es muy reconocido, pero los otros dos tradicionales y provincianos cercanos a la amistad del jerezano.
Y lo que le interesa en este libro a Carballo es enfrentar tres mentalidades poéticas muy comunes semejantes y deja ver como López Velarde trasciende porque va más allá del compromiso local de los otros.
Asimismo, citó textual a Carballo: “El crítico tiene el compromiso de probar que sus juicios son correctos, que no habla de memoria sino por el contrario, sus ideas están respaldadas por la realidad estética de la obra que analiza”.
El analista tiene el derecho de decir lo que piensa tal como lo piensa, sin eufemismos, sin presiones, en voz alta y con toda la boca. Si yerra, que las letras mexicanas se lo reprochen; si acierta, que aplacen su sentencia de muerte y lo dejen vivir en paz sus contados días, dijo.
Al finalizar la conferencia, Dulce Muñoz, subdirectora de Difusión y Animación Cultural del IZC, hizo entrega de reconocimientos a los participantes, particularmente a Armando Adame y a Sigifredo Esquivel por su valiosa participación en dichas jornadas.