Conferencia en el ámbito de las Jornadas Culturales LILEX 2024
Zacatecas, Zac.- El Nearshoring no es un proceso a esperar, ya está presente, ocurre en México pero de manera desigual entre las regiones norte y sur, sostuvo el doctor en Ciencias Económicas Rafael Lugo Alvarado en conferencia impartida a estudiantes y profesores de la Licenciatura en Lenguas Extranjeras en el Auditorio Magdaleno Varela Luján de la Unidad Académica de Derecho (UAE), en el marco de las Jornadas Culturales LILEX 2024 “Encuentro con Estudiantes de Intercambio”.
El Nearshoring, explicó el investigador de la Máxima Casa de Estudios al público asistente, se refiere a la relocalización de las cadenas de producción cerca del mercado o consumidor final, un proceso caracterizado por una reducción considerable en los costos de transporte y de los suministros, enmarcado en los Objetivos del Desarrollo Sostenible con su correspondiente Agenda 2030 vinculado a poner fin a la pobreza, agua y saneamiento, otros elementos esenciales para concretar estas técnicas económicas actuales.
El origen del Nearshoring sostuvo Lugo, se encuentra en el Offshoring, caracterizado por los traslados y la movilidad de las partes del proceso productivo a países donde los costos de trabajo operativo/ensamblado es bajo, y se asiste a una desregularización laboral.
Por ejemplo, detalló el académico, “el país matriz, concentra y se queda con los elementos de innovación y desarrollo que además demandan y requieren salarios elevados. Mientras que la parte operativa se dispersa a otros países con mano de obra barata”.
IMPACTO DEL COVID-19
Si bien en el Nearshoring fue impactado por la Covid-19, por la guerra Rusia-Ucrania o Ucrania-Rusia, las tensiones entre Estados Unidos y China en el abastecimiento de alimentos, energéticos y la producción manufacturera, pero México tiene vínculos fuertes con su principal socio comercial que es Estados Unidos, a donde ha enviado el 80 por ciento de las exportaciones de México de 1993 al 2021, prácticamente dos décadas.
El principal apoyo de los países involucrados son las regiones de la frontera que en el caso mexicano son Chihuahua, Coahuila y Nuevo León, lo que genera un desequilibro regional, porque el norte entra a las cadenas de suministro y el sur queda excluido.
En México la inversión extranjera directa representa el 50 por ciento de toda la inversión y la reinversión el otro 50 por ciento, lo cual indica que México ha entrado al Nearshoring, pero no todos los estados de la República Mexicana se benefician, pues mientras Nuevo León cuenta con 95 parques industriales y 91 el Estado de México, en Oaxaca solo existe un parque industrial.
En tanto, Quintana Roo, Morelos y Zacatecas solo se disponen de cinco parques industriales en cada entidad, lo cual complejiza la absorción de los procesos productivos, ya que estos tienden a concentrarse en las entidades con alto dinamismo económico. Además, se enfrentan obstáculos de suministro de energía limpia, agua, mano de obra y seguridad. Con el Nearshoring, puntualizó Lugo Alvarado, “la expectativa de crecimiento económico de México pasó de 2.1 por ciento a 3 por ciento. Si se conservara la dinámica del 2.1 por ciento las expectativas de crecimiento tardarían 33 años, pero si crece a un ritmo de 3 por ciento se duplicaría en 21 años, es decir, se reducen 12 años”.